miércoles, 28 de diciembre de 2011

UNA HORRIPILANTE HISTORIA EXTEMPORANEA DE JUAN GOSSAÍN

Medellín diciembre 28 de 2011
UNA HORRIPILANTE HISTORIA PUESTA A LA LUZ PÚBLICA DE MANERA EXTEMPORANEA
Lo de Bolivar (Cartagena), me ha indignado como seguro estoy, está indignado el pueblo de bien de Colombia; pero lo que no es admisible es la denuncia extemporánea. (Iván Darío Botero Rodríguez, dic. 28 de 2011).
Aunque no gusto en nada de la “W”, alguien que si la escucha me llamó la atención sobre un hecho que estaba según él, causando  un gran escozor  y movía las fibras más sensibles, hasta de los más desapercibidos insensibles.
Se trataba de una entrevista que le hacían en esa emisora  al que yo he llamado siempre como uno de los últimos JUGLARES(Don Juan Gossaín) , ni siquiera comparable con los iconos del vallenato y de sus historias echas canciones, que internacionalizó CARLITOS VIVES RESTREPO; este sí,  juglar del vallenato moderno, una mezcla COSTEPAISA, que nos hace gozar y hasta sonreír con su natural encanto, en esta la “TIERRA DEL OLVIDO”.
Se trataba, en la entrevista de marras, de la denuncia airada, indignante,  dolorosa  y fatídica, de la que ya el mismo periodista había dado a conocer en el periódico capitalino de EL TIEMPO, y que el medio tituló como:
Juan Gossaín relata despilfarro de ayudas para afectados por invierno
“El periodista cuenta, indignado, cómo se pudrió la comida y cómo se vio perjudicado un pueblo”.

El relato dantesco no pudo más que llamarme profundamente la atención, de ahí que, le pusiera cuidadosa atención y me sacrificará oyéndolo en un medio que no es, mientras continúe de manera aleve, sirviendo a los intereses  mezquinos del grupo PRISA y de quien otrora, consideráramos un periodista de futuro, DARÍO ARIZMENDI POSADA, atacando al más representativo icono de la civilidad, no solo en Suramérica, sino en el mundo. ÁLVARO URIBE VÉLEZ.
Fue así como tuve la oportunidad, de la voz indignada del hombre de San Bernardo del Viento, de conocer lo que había pasado en dos pueblos de la Costa Atlántica; arenal y sopla viento, de la infamia cometida por depredadores del ser humano y que se hacen llamar gobernantes, al adquirir, para suplir la ignominia de la tragedia causada por fenómenos naturales que más pareciera “LLORARAN”, que mojaran para anegar.
Libardo Simancas, Juaco Berrrio, Jorge Mendoza, Alberto Bernal, y quien sabe cuántos más; más que gobernantes detentadores de un poder mezquino, cruel e inhumano, que aprovecharon, lo que llamara en desafortunadas palabras, el nuevo mejor amigo de CHÁVEZ y cia, “MALDITA NIÑA”, para hacerse de miles de millones de pesos en compras que si hubiesen tenido el destino final, hasta con sobrecostos y todo, estaríamos aplaudiendo.
Pero no. La compra fue un medio preconcebido, doloso, cruel, inhumano, para atiborrarse del dinero público y privado a costa de la vida de miles, de millones de DAMNIFICADOS Colombianos que hoy compiten con somalíes, etíopes, haitianos y muy pronto con venezolanos, esperando la muerte para ser carroña de los carroñeros que incluso a un fotógrafo, le diera el premio pulitzer.
El maestro Gossaín subtitula por ahí, entre una y otra parte de su historia, la “HISTORIA DE UN CRIMEN”, y la remonta al año de 2007, y alude para los efectos a Libardo Simancas, sujeto que ostentaba la gobernación y a punto de ser desvinculado del cargo por imputaciones criminales con grupos al margen de la ley, atribuyéndole la responsabilidad de la compra de DOCE MIL (12.000) mercados “…a unos licitantes de víveres que los cotizaban por 4.000 millones de pesos”, que al parecer como el mismo denunciante lo anota, no pagaron y hoy la cifra asciende al 125% del costo original. Dudo que el DESEMBOLSO NO SE HIZO, lo que nos haría pensar y mucho, que  la cifra sería mucho más elevada, descomunal.
Luego, como en esas historias MACONDIANAS que tanta le gustas al juglar del periodismo, le sucede en el cargo, luego de cumplirse con la destitución al también y poco después cuestionado Joaco Berrío, quien se fundamenta para dejar embodegados los DOCE MIL MERCADOS, en aparentes y a lo mejor hasta ciertas, irregularidades en esa contratación, con sofisticas posturas, como las de preferir no “repartir esos alimentos…” a que lo metieran a la cárcel. Lo que no se entiende, si viven mejor adentro que afuera.
. En aquella ocasión le dije por radio que es mejor terminar preso por repartir comida que por dejarla pudrir. (Juan Gossain).
En el 2010  aparece en la palestra Jorge Mendoza de manera por demás que fugaz, mientras se celebraban las elecciones atípicas para suceder al también destituido Berrío, llegando Alberto Bernal quien entró justificándose con el dicho de que esos “mercaditos ya estaban dañados”, ¿Y entonces?

EL EPILOGO DE UNA INFAMIA Y LA IRA DE DIOS

Lo he dicho, y el mismo Don Juna Gossaín Abdala lo debe de saber; he sido uno de sus más grandes admiradores, mis escritos dirigidos a la RCN radio cuando él era su director, dan fe de ello, al igual que mi carta pública de despedida que me inspiró su trayectoria. Pero hoy Buen Hombre, tengo que apartarme de su “IRA”, de toda su rabia, de su impotencia y de la INFAMIA que pregona. No puede aceptar que hoy se haga pública tan execrable crimen que como usted bien lo anota, tiene las connotaciones de uno de LESA HUMANIDAD, y si pudiéramos darle otro de más altas y depravadas connotaciones de seguro que sin reparo lo haría. ¿Pero DON JUAN?  Usted me recuerda al fotógrafo Kevin Carter en sudan con la fotografía del Niño y el Buitre, que la valió el pulitzer, pero a la vez la desaprobación mundial, tildándolo de carroñero, a lo cual no pudo sobrevivir y se suicidó en 1994, que desde luego no espero lo imite usted, porque de corazón le digo. Necesitamos Gossaín para mucho, pero mucho rato. No obstante, no puedo dejar pasar inadvertida su conducta actual; su airada e indignante protesta sobre los hechos acaecidos ya hace más de cuatro años y que tan solo usted viene a pronunciarse públicamente cuando mueren dos niños de hambruna en diciembre pasado, y nos deja la gran duda de cuántas muertes más, con antelación a éstas pudieron haber ocurrido y todas evitadas si el pronunciamiento hubiese sido oportuno y con la vehemencia de hoy, acompañada de denuncias ante los entes de control, fiscalización y penas, por PECULADO – HOMICIDIO – CONCIERTO ETC.

Créame DON JUAN que la indignación hoy es mía; y no solo contra esa caterva de hideputas de Cervantes que provocaron estos horripilantes y vergonzantes hechos, sino contra usted, salvando eso sí, todo lo que de usted hay rescatable y que se que es mucho. Usted pecó por omisión. Lo de hoy en esa emisora y en el periódico el tiempo de Bogotá, pudo haberse dado hace mucho tiempo atrás. Eso se llama en derecho, PRINCIPIO DE INMEDIATEZ – DE OPORTUNIDAD (no penal), DE CELERIDAD – de SENSATEZ . Que se sepa, o que usted lo hubiera dicho, no ha cursado denuncia penal alguna por los hechos que horrorizan hoy al pueblo colombiano y hacen palidecer a la opinión mundial. ¿Qué dirá de esto la FAO? ¿Qué dirán los colombianos que somos convocados a solidarizarnos con las tragedias que a diario nos agobian? ¿Cuál será de ahora en adelante la suerte de las TELETONES y otras similares? No les auguro futuro; y todo, por culpa de ellos y en mucha parte de usted. Dele ira, dele rabia, dele indignación, si dele de todo, pero piense que usted fue OMISIVO en su doble condición de ciudadano y periodista. Lo quiero “viejo Juglar periodístico”, pero como un buen padre, no puedo resistirme al castigo; así se forman y educan los hombres. Educad al niño para no castigar al hombre.
El “banquete de ratas y basurero de cucarachas” seguirá ahí y en otros muchos lugares de Colombia, mientras dejemos que las cosas pasen y denunciarlas cuando las ratas se han llenado y las cucarachas se han multiplicado.
No sabemos, ni sabremos jamás quienes son los autores intelectuales de la muerte del mariscal Sucre, ni la de Gaitán; como tampoco la de Galán (así hayan encontrado un chivo como anillo al dedo), ni la de Álvaro Gómez Hurtado (al menos en los estrados judiciales, porque es voz populi de dónde provino), pero tampoco sabremos el porqué, quienes se abrogan la potestad de ser portadores de la verdad, la guardan conveniente o cobardemente. Para mí, eso también es LESA HUMANIDAD.

DON JUAN GOSSAIN, sus alusiones a los crímenes de lesa humanidad no me perturban pero si me asombran, por eso lo copio y pego como los trae el matutino capitalino; no sin antes advertir mi extrañeza que en ellos no menciona a HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRIAS, si tan cerquita, tenemos a este pervertido, de la moral, la ética pública y privada y del honor y dignidad de su pueblo y el de sus vecinos.

“Este crimen de lesa humanidad es más horrendo que el de los parásitos financieros de Wall Street, que los fraudes electorales de Putin en Rusia, que las masacres de Gadafi en Libia, que las palizas del Ejército sirio contra los manifestantes de Damasco.

Pero aquí, en Colombia, tierra del café más suave del mundo y de las esmeraldas más bonitas, nadie se indigna, nadie ocupa una plaza para expresar su protesta, nadie abre la boca. Nadie se estremece. ¿Es que aquí a nadie le duele nada? ¿Qué es lo que tenemos en las venas? ¿Chicha de maíz?”
Don Juan, no sé si será Chicha de maíz, pero creo que sí, apatía, indolencia y oportunismo protagónico.

Siendo las cosas como las presenta, señor GOSSAÍN, prefiero escribir con tinta de computador, que con la sangre a la que alude y referencia usted de Altenberg, porque presentadas como las ha presentado no puede haber sangre en el espíritu, de tantos hideputas, y cuando Roma sigue ardiendo, siendo lo único que se escapa es el Arpa, que trascendió a Nerón.
AHÍ, DON JUAN, ESTÁ LA IRA DE DIOS

IVÁN DARÍO BOTERO RODRÍGUEZ
Abogado
Directivo Colegio Nacional de Abogados Secc. Antioquia “CONALBOS”

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