miércoles, 12 de julio de 2017

LA MUERTE DEL TIRANO Y UNA CONCEPCION HUMANISTA, QUE LOS MEDIOS EN COLOMBIA NO HAN QUERIDO ENTENDER

"LA MUERTE DEL TIRANO" Y UNA CONCEPCIÓN HUMANISTA, QUE LOS MEDIOS EN COLOMBIA NO HAN QUERIDO ENTENDER. El Abg. Abelardo de la Espriella. atinó. Esto para los que son guapos en privado y cobardes en público. He tenido varias diferencias con el doctor ABELARDO DE LA ESPRIELLA, y que atañen a lo jurídico y como tal, pueden perfectamente ser válidas nuestras posturas e interpretaciones contrarias, y eso, ni vuelve al togado de la Espriella, bueno, y mucho menos malos, al igual que al suscrito. Esta semana tuve la oportunidad de oírlo en entrevista en la "W" radio, con un tema que tenía que ver con una publicación suya en el diario el Heraldo de Barranquilla, donde de la Espriella es columnista (era, porque renunció). Lo más lamentable de todo, fue que la "W" RADIO, carece de absoluta DECENCIA, y alardea con tener a un sátrapa como FELIX DE BEDOUT, para insultar de todas formas y manera a sus entrevistados. Itero no conozco personalmente, ni es mi amigo, pero desde la tribuna forense, como abogado he disentido de posturas suyas jurídicas que pueden ser tan válidas como las mías La columna "muerte al tirano",debe entenderse y apreciarse así, con un lenguaje mordaz y poco mesurado, por quienes pretenden que las cosas no se llamen por su nombre, y despotricar de todo lo mismo que ellos comparten, pero que la cobardía o el camaleonismo, los lleve a pronunciarse como voceros de la moral y de la ética. He sostenido ya hace algún tiempo que en Venezuela no se llegara a puerto alguno que conduzca al restablecimiento de la democracia, sino es con posturas de choque real y no aparente. Al tirano hay que combatirlo, porque de lo contrario, se perpetuará en el poder de la ignominia y el laceramiento perpetuo de los derechos fundamentales del hombre y del ciudadano, no solo contenidos en la declaración de derechos humanos de Don Antonio Nariño y Álvarez, sino en el constitucionalismo moderno.. Me resulta exótico que cuando queremos justificar un actuar contrario a la constitución y las leyes de la república, recorremos el mundo en busca de situaciones similares, para establecer el paralelismo en lo nuestro y de ¿Còmo allí si se pudo pero acá no? "LA MUERTE DEL TIRANO", tal cual lo expreso el abogado de la Espriella, puede ser de mi gusto o no; pero es la realidad que se ha vivido a lo largo de la historia, para lograr el restablecimiento del statu quo, porque el tirano y genocida apostado en el poder, le hace mofa a las protestas que se exponen en pancartas, o en pregones y hasta en marchas o paros. El tirano no sabe de humanismo, de democracia, y de respeto. No entiende de nada, es nada, y cuando cae abatido, ni así entendió, porque no alcanzó si quiera en los estertores de su muerte, considerarlo como posible. su putrefacta humanidad desaparece con el paso de los años, como desaparece la carroña, por gracia de los carroñeros, que le dan equilibrio al mundo. Ahora no podemos rasgarnos las vestiduras y lapidar a un hombre de coraje y gran valor, que se atreve, y se atreve, no como lo dijera de manera sarcástica De Bedout. "Porque no esta en venezuela, y hablar a la distancia es muy fácil"; no, señor, eso está distante de ser cierto. La cercanía de los países, por distantes que parezcan está a la mano. Venezuela, su pueblo, tiene que estar agradecido porque un ciudadano Colombiano, abogado para más señas, se está atreviendo a decir, lo que otros callan en público y lo alardean en privado. Este, en un paréntesis: Ha sido la clave del ÉXITO del hombre más grande de la historia de Colombia. ÁLVARO URIBE VÉLEZ. "Lo que dice en privado lo sostiene en público" Sale el paréntesis. Los Griegos acuñaron el término TIRANICIDIO, por cuanto constituía la única forma de restablecer el orden perturbado y las masacres, en manos de tiranos sin conciencia y elevados por si, al grado de Dioses inmortales, a quienes se les era permisible, acabar con cientos de miles de millones de vidas, para satisfacer caprichos de propios y hasta de terceros en una pestilente ofrenda a su vanidad. Aquí por desgracia, no se ataca, lo que todos en privado anhelan, se ataca, la valentía de un hombre al decirlo, y la utilización del término dirigido tan solo a uno, cuando pudo perfectamente, dirigirse a toda esa horda criminal empotrada en el manejo de un Estado cooptado, hasta en su fuerzas Militares y de Policía. ABELARDO DE LA ESPRIELLA, no debió decir la "LA MUERTE DEL TIRANO", sino el aniquilamiento del terrorismo de Estado incrustado a lo largo y ancho de la geografía del pueblo de Bolívar, hasta con tentáculos en muchos países de la región. El togado de nada se tiene que arrepentir, el surge como una voz que todo un pueblo clama, para que no solo sea una, sino millones; con gentes del común, organismos internacionales, la OESA -la ONU - La Otan - Unasur, La Iglesia incluso (Jesús no sacó de la Iglesi a los mercaderes con argumentos, sino a empellones). La apatía y el silencio cobarde y cómplice, es otra forma de dictadura, y los pueblos están en la obligación de reaccionar, si sus mandos por natura, a quienes les corresponde hacerlo, no lo hacen. "LA MUERTE AL TIRANO" de ABELARDO DE LA ESPRIELLA, es todo un tratado de Derechos Humanos, que aún siéndolo, le falta más. La Escolástica Española, que se remonta a la Antigua Grecia, y que se vivió con la Primavera Árabe, nos tiene que hacer reflexionar. ¿Dónde sino en los medios de comunicación, como parte de la expresión masiva de los pueblos, deben gestarse las opiniones, y directrices para que se encamine hacia una dirección correcta, el desmonte sin demora de la mortandad gestada en las dictaduras que concentran las riquezas, y engrandecen la pobreza? ¿Porqué los que hoy se rasgan las vestiduras no dijeron nada, cuando ARMANDO A. BENEDETTI VILLANEDA, dijo por un medio radial, *Que deberían fusilar literalmente, a todos aquellos que no estuvieran con el proceso de la Habana? Esto lo dijo un SENADOR de la República, contra casi SIETE MILLONES DE HABITANTES, que rechazamos, esos acuerdos, pero no la PAZ. ¿Dónde estaba la "W"; Felix de Bedout y esa pútrea mesa de trabajo; dónde Caracol, o la FM, la Blu Radio, etc? Y esto si, es incitación al GENOCIDIO, tipificado como tal, en nuestro código de delitos y de penas, y en tal sentido, lo tengo denunciado ante la SALA PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. ¿Pero ahora quieren lapidar a un hombre con las gónadas bien puestas y sin temores? No De Bedout; De la Espriella no está promocionando ningún libro, no: Él está siendo un varón que dice, lo que otros callan, por cobardes, cuando de lo mismo se regocijan en privado, y hasta, y de pronto, lo patrocinan. A la Canciller, que no sea genuflexa, y no se disculpe por ninguna vía, que el Estado colombiano como tal, no está comprometido. No sea regalada cuando no toca, porque cuando ha tocado, por Colombia no ha hecho absolutamente nada bueno y si, todo malo. ¿Recuerda su pronunciamiento con respecto al conflicto de la Haya y su famosa, por desafortunada, frase, alusiva, al si sabio SALOMÓN. Callese señora, y nos nos avergüence más. La VIDA es un valor supremo, absoluto, sagrado e irremplazable; pero so pretexto de ella, no se puede montar toda una parafernalia de desagravio por lo que necesariamente tiene que darse para unos pocos, en defensa de ese VALOR ABSOLUTO, SUPREMO E IRREMPLAZABLE de millones. Por duro que suene: COSTO - BENEFICIO. Acompaño al ciudadano, y abogado ABELARDO DE LA ESPRIELLA, y pido al periodismo en Colombia erradicar de sí, la miopía, que ataca; para que entre la luz que defiende y protege, la vida acompañada de otros muchos valores fundamentales, consagrados no solo en la constitución de Colombia, sino en los tratados y convenios, universales, sobre derechos humanos. Y si algo hay que cambiarle al título dado en su columna por el jurista ABELARDO DE LA ESPRIELLA, es, lo SINGULAR por lo PLURAL. Al Heraldo de Barranquilla, un gran diario, que no cometa un ERROR HISTÓRICO. Reintegre como columnista, a quien como el abogado de la Espriella, le da lustre y respeto a esa casa editorial. Ivan Dario Botero Rodriguez Abogado U. de M. Congreso 1979 - 1983

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