martes, 22 de abril de 2014
LA DRA MARÍA FERNANDA CABAL -CON UN PENSAMIENTO CENTRADO, LE RECORDÓ A CBIA UNA VERDAD QUE DOLIÓ.
LA DOCTORA MARÍA FERNANDA CABAL, una egregia CONGRESISTA; representante a la CÁMARA DE REPRESENTANTES por la circunscripción electoral de BOGOTÁ, con la máxima votación, escribió con un GRAN VALOR CIVIL y PATRIÓTICO, lo que ella y millones de colombianos más pensamos de lo que fue el escritor GABRIEL GARCÍA MARQUEZ, en mal momento nacido en Colombia, para más señas ARACATACA, población de la cual, NUNCA quiso saber nada y de la que hablaba con desdén.
A MARÍA FERNANDA, la han querido literalmente lapidar los MANIQUEOS del periodismo mojigato, y mezquino, que quieren ganar audiencia mediática exaltando valores de un individuo, que ni siquiera quiso vivir en COLOMBIA Y MENOS AÚN morir en ella.
A GARCÍA, nadie le quita que pudo haber sido, uno de los más grandes de las letras; que incluso no a todos gustaba y que cuando escribió la HOJARASCA, no fueron muy alentadores las críticas para este personaje, que no se hizo COMUNISTA; nació, y en el camino de la vida se encontró con otros no menos pervertidos de izquierda, QUE QUERÍAN ENTREGARLE a Colombia, al comunismo Ruso-Castrista, como el afamado GUERRILLERO DEL CHICÓ, aprovechando la revista que para tales efectos crearon ALTERNATIVA, y que obligó al estado Colombiano, a requerirlos judicialmente por traición a la patria.
Esto es, no tuvo que huir por persecución, sino por requerimiento judicial, y desde México orquestar el comunismo con su más entrañable amigo FIDEL CASTRO, quien incluso lo prodigó con fútiles, pero costosísimos regalos.
Un hombre que incluso perdió la amistad de otro aventajado escritor, buenos para unos, y malos para otro, MARIO VARGAS LLOSA, por líos de falda con la mujer de éste, PATRICIA.
GARCÍA MARQUEZ, que hablaba pasito cuando le tocaban su patria chica, porque nunca la quiso, y por eso NADA LE LEGÓ; prueba de ello la miseria de esa población.
No. No señores; MARÍA FERNANDA CABAL una mujer de temple, de carácter y de mucho valor civil, a quienes millones de colombianos acompañamos y esperamos de ella, obtenga los más grandes logros en su paso por el congreso, con independencia de los LADRONES que habitan allá, y que mencionó sin rubor el COLUMNISTA DEL COLOMBIANO el día 20 de abril de 2014; A todos sin distingo les dijo LADRONES y está en el deber de denunciar el "señor" entre comillas, ROBERTO SALCEDO RAMOS, porque por sus comentarios, vive de ellos; sabe lo que hacen, pero convenientemente los menciona IN GENERI, solo para tratar, solo tratar, porque no lo logra, de mancillar, a la DRA. CABAL.
¿PORQUÉ EL PERIODISMO, NO MENCIONA CON EL DESPLIEGUE INFORMATIVO, QUE SI MERECE; QUE ARMANDO BENEDETTI, PIDIÓ LITERALMENTE FUSILAR A MILLONES DE COLOMBIANOS QUE NO COMULGAMOS CON LA PAZ, COMO LA PLANTEA Y MANEJA EL GOBIERNO DE JUAN MANUEL SANTOS?; PERO QUE AMAMOS LA PAZ, EN CONDICIONES DE RACIONALIDAD, DE COHERENCIA, DE RESPETO A LAS VÍCTIMAS, DE JUSTICIA, DE REPARACIÓN - DE EXCLUSIÓN DE LOS DELITOS DE LESA HUMANIDAD - NARCOTRÁFICO - TRATA DE PERSONAS - RECLUTAMIENTO DE MENORES - AJUSTICIAMIENTO EN INDEFENSIÓN Y FUERA DE COMBATE. HABER, QUIERO A ESOS PURISTAS EXPRESARSE Y DEFENDER SEMEJANTES FELONÍAS.
ESTE SUJETO INVITANDO AL GENOCIDIO; A LA EX TERMINACIÓN TOTAL DE MÁS DE LA MITAD DE LA POBLACIÓN DE COLOMBIA.
SEÑORES PERIODISTAS; SEÑORES AMANTES DEL "PURISMO" MACONDIANO, DONDE ESTÁN QUE NO LO VEO, NO LOS SIENTO, NO LOS HUELO? ¿O ES QUE EL ANIQUILAMIENTO GENOCIDA ES TAMBIÉN "REALISMO MÁGICO"?
O, SERA QUE USTEDES HACEN PARTE DE ESA SI, DEMENCIAL PROPUESTA DE EXTERMINIO NAZI?
QUIERO A ESOS SÁTRAPAS MANIQUEOS, EXPLICAR PORQUE SE BUSCA LA PAZ, EN UNA DICTADURA DE 55 AÑOS; DÓNDE NO HAY DERECHOS HUMANOS Y SIRVEN DE GUARIDA AL IGUAL QUE EL GOBIERNO CHAVISTA DE MADURO, DE SANTUARIO DE ASESINOS ATROCES?
MARÍA FERNANDA CABAL DE LAFAURIE, usted cuenta con el respaldo de una INMENSA MAYORÍA DE COLOMBIANOS Y POR FAVOR NO SE SIGA DISCULPANDO, QUE USTED FUE LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN, INCLUSO DE LOS QUE SE LAS ACALLAN.
Dominical / 2014-04-20 07:59
Gabo: “no quiero saber nada de este puto país”
"NO QUIERO SABER NADA DE ESTE PUTO PAÍS"...
Y ESTE PUTO PAÍS NO QUIERE SABER NADA DE USTED...QUÉDESE CON SUS CENIZAS ENTRE CUBA Y MÉXICO, QUE AQUÍ ESTORBAN.
Diario del Huila
Lunes, 21 de Abril de 2014
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Dominical / 2014-04-20 07:59
Gabo: “no quiero saber nada de este puto país”
titulo noticia
Testimonio de un recordado saludo con el nobel de Literatura, Gabriel García Márquez.
Nadie sabía con certeza qué figura estaba adentro. Los fotógrafos se apostaron frente al Claustro Santo Domingo por toda la calle Gastelbondo, como soldados en la trinchera al acecho de su enemigo.
Ningún periodista podía entrar, esa era la orden impartida a la vigilancia señorial que cumplía los protocolos de seguridad del presidente que estaba adentro con su esposa y otras figuras, entre ellas, Gabo o Gabriel García Márquez. De modo que lo único que podía hacer un reportero era esperar.
El nobel de Literatura hacía algunos años no visitaba Colombia, pues desde que salió exiliado a México en el Gobierno de Julio César Turbay Ayala, solo estaba por cortas temporadas en su país. De modo que su presencia era más que un milagro político, un regalo literario para todos los asistentes al Hay Festival 2006.
García Márquez, más que un reconocido escritor que atraía con el simple hecho de su presencia, era un amante del poder que llegó a fascinar a los mandatarios más poderosos del mundo, como a los menos poderosos.
En cambio yo no era más de un desgraciado estudiante de periodismo colado entre literatos, que contra toda la oposición del profesor Luis Ernesto Lasso, me echaron en un bus donde solo iban estudiantes de literatura de la Universidad Surcolombiana, rumbo a la amurallada a ver al mediático evento literario.
Llegamos el miércoles 25 de enero después de una noche y un día entero de viaje. El profesor Lasso con su novia se perdieron en la inmensidad del mar y solo tres días después los vimos en una conferencia del publicitado evento, que era más visitado por estudiantes rolos que cartageneros. Claro, ¿qué humilde estudiante pagaría 15.000 pesos (hace ocho años) para ver hablar a solo un señor famoso de sus libros?, la mayoría de los que entrábamos a las conferencias era con cortesías, que luego revendíamos al doble o triple para poder entrar a más charlas con escritores laureados en muchos rincones del mundo.
El día que conocí a Gabo
El día que llegamos a la Ciudad Amurallada lo primero que hicimos con el periodista Javier Núñez fue buscar la casa del nobel colombiano, que encontramos en la esquina de la calle del Curato de Santo Toribio, vecina del Hotel Santa Clara y de las murallas de Cartagena.
Tan pronto supimos que el afamado escritor estaba adentro, lo esperamos con la seguridad de que algún día saldría. Así, la espera fue menor a lo que suponíamos y de repente lo vimos salir en su carro con la serenidad que lo caracterizaba, hablando quien sabe de qué cosas con el conductor mientras su esposa, Mercedes Barcha, atrás sonreía.
Me parecía increíble ver por primera vez a un genio, que 50 años atrás no era más que un periodista de El Universal, que pagaba arriendo leyendo poemas y soñaba con el famoso y solicitado hombre, que ahora viejo era.
Quedé estático en la calle, mientras él saludaba con su mano sin bajar el vidrio del carro. Fueron segundos de eternidad en que por mi mente pasaron los personajes de sus novelas. Todo un mundo literario a metro y medio de mis pies.
No sería la única vez que lo vería. Dos días después se haría realidad lo que siempre esperé. Estaba allí frente al Claustro Santo Domingo aquel viernes 27 de enero, junto a silenciosos periodistas internacionales y sobrados comunicadores nacionales que solo se preguntaban si el que iba a salir primero era Gabo o el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez.
El reloj marcó las 11:17 p. m. y se abrió la puerta del conocido claustro. Yo me escabullí en medio de los periodistas y vi nuevamente y para siempre al padre del realismo mágico. Tenía frente a mí el creador del mundo macondiano de los pescaditos de oro, de Melquiades, y el dueño de un Coronel lúgubre y pobre como muchos huilenses, que salen el domingo a misa con su mejor traje y con los bolsillos rotos.
“Maestro, siempre en mi vida quise conocerlo”, le dije mostrándole mi mano y él extendió su mano caratosa, levantó su mirada protegida por dos grandes lentes y me dijo: “bueno, aquí me tienes”. Fue un fugaz saludo que se convirtió para siempre en un remedio contra la idolatría hacia los famosos.
Los saludos fueron abrumadores, las cámaras disparaban sus flashes y las señoras gritaban como adolescentes: ‘¡Gabito!’, ‘¡Gabito!’. Entre tanto, García Márquez, que llevaba de gancho a su esposa y un mexicano ansioso de conocer opiniones del genio, le preguntó: ‘maestro, qué opina de Colombia’. Automáticamente el escritor paró, todos detuvieron la marcha en plena calle, “no quiero saber nada de este puto país”, dijo, al tiempo que recalcó: “yo lo único que quiero saber es dónde está mi esposa”. Instantáneamente todos se abrieron paso y su esposa apareció en medio de la muchedumbre con la amiga que la acompañaba. Se sujetó del brazo del anciano nobel y se fueron caminando silenciosamente hacia el carro que los esperaba a menos de una cuadra del lugar.
Javier Núñez, apático de figurar en fotos pero amante de las imágenes, ya había logrado eternizar ese momento con su cámara. Los dos, como niños dejamos que se fuera el famoso nobel, con la certeza infinita de que nunca lo volveríamos a ver.
Cómo olvidar esa noche. Una de esas mismas en las que el joven escritor respiró el fresco aire del Caribe a espera de una cuartilla bien lograda para la edición matutina de El Universal, ciudad a la que llegó luego del Bogotazo, donde estudiaba derecho. Allí, un día cualquiera fue a pedir trabajo, escribió una cuartilla y se quedó bajo el mando del implacable corrector de textos Clemente Zabala.
Entonces Cartagena no era lo que es hoy, pero tenía la calle San Juan de Dios donde Gabo salía a pasear. Recorría la calle de Las Damas y el parque Bolívar, la plaza de la Aduana y el hoy portal de Los Dulces. Todos estos escenarios donde paseó Florentino Ariza y Fermina Daza, hoy los buscan sus admiradores, tratando de encontrar aquel barco cargado de oro que naufragó muy cerca de la ciudad, y que se hizo una leyenda en ‘El amor en los tiempos del cólera’.
Al año siguiente de aquel mágico saludo, visité nuevamente La Heroica y ya no era la misma ciudad. Me pareció verlo salir del claustro y escuchar el griterío de sus seguidores en la calle Gastelbondo: ¡Gabito, Gabito!, y por un instante lo imaginé enojado pidiendo que le acercaran su esposa y decir enfurecido, levantando su mano: ‘yo no quiero saber nada de este puto país’.
Por: Carlos Andrés Pérez Trujillo
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EL COMPORTAMIENTO POCO CABAL DE LA CONGRESISTA MARIA FERNANDA CABAL
ResponderEliminarDefinición del DRAE:
cabal.
(Der. de cabo 'extremo').
1. adj. Ajustado a peso o medida.
2. adj. Dicho de una cosa: Que cabe a cada uno.
3. adj. Excelente en su clase.
No conocía a la congresista Cabal hasta el día en que decidió mandar a Gabo a los mismísimos infiernos, sin respetar el dolor nacional por la muerte del escritor ni tener ninguna expresión de consideración por una figura que tanto brillo le dio a la literatura universal. No se había enfriado el muertico y ella ya estaba pontificando sobre el destino que le esperaba. Me pregunté, ¿quién es esa señora que se toma públicamente la atribución de saber a dónde van las almas de los difuntos? ¿Estaría borracha o, más grave, ebria de triunfalismo electoral y arrogancia?
No sé nada de sus aportes al arte, a las letras o a la cultura. No sé qué cosas meritorias ha hecho en su vida privada o pública para intentar degradar de tal forma a nuestro escritor sin apenas ruborizarse. No sé nada de sus propuestas políticas(creo que nadie las conoce, pues fue electa por el arrastre de su jefe, el presidente Uribe en una lista cerrada en el que los nombres ni las ideas ni los antecedentes importaban)
Decía un columnista que muy probablemente a través de sus relaciones políticas (el uribismo, los terratenientes y ganaderos de la costa) y familiares (el cuestionado presidente de Fedegan, José Felix Lafaurie), María Fernanda Cabal debe tener muy claro quién, cuándo y cómo deben ir al infierno las personas. Saben sus cositas y tienen sus métodos. Ver la respuesta de un escritor:
http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/G/gabo_y_el_infierno_de_la_congresista_cabal/gabo_y_el_infierno_de_la_congresista_cabal.asp
Según personas documentadas como el también senador Iván Cepeda, lo han hecho por años las personas de sus más estrechos círculos mediante desplazamientos forzados, paramilitarismo, los doce apóstoles, el espionaje a enemigos y contradictores y los falsos positivos, por solo mencionar algunos asuntos. (Es un testimonio impresionante:
http://www.elespectador.com/libros/columna96703-puertas-de-el-uberrimo
http://www.las2orillas.co/los-secretos-de-alvaro-uribe-contados-por-ivan-cepeda-y-alirio-uribe/ )
Me conduele este país en que personas como ella atropellan y arrasan sin miramientos y sin embargo ocupan posiciones de poder en la opinión. No solo me produce repugnancia sino tristeza, pero en este punto ya no hay nada que hacer. Allá en el congreso ella y los de sus mismas convicciones van a decidir por nosotros y sin miramientos van a seguir para adelante. Arrastrando lo que se cruce por su camino. Está lo suficientemente bien respaldada por personas a las que nada que no sea el poder, las tierras, el ganado o el dinero les conduele. El arte o los asuntos del espíritu, por supuesto, no les interesan en lo absoluto.
Mientras tanto, encascarados en nuestra impotencia, pero atentos y vigilantes, nosotros seguiremos trabajando, luchando por el país y leyendo y recordando a García Márquez esté donde esté, aunque sea quemándose en las pailas atizadas por el propio Satanás. Gabo sí fue un hombre "cabal" en todo el sentido de la palabra. Él sí.
http://emiliorestrepo.blogspot.com/