Si comisiones delegadas de colectivos de juristas y de la misma Dirección General De Fiscalias, visitaran de manera sorpresiva en un fin de semana, o durante fechas previas a alguna efemérides y en ellas mismas, a sus delegados de todos los niveles, verían con “aterradora” sorpresa como las cantinas y Bares, se trasladan a los cubículos, secretarías comunes y pasillos, donde “dizque” funcionan los fiscales, (operadores judiciales que se dice, administran justicia, en nombre de la república y por autoridad de la ley),sin que nadie, absolutamente nadie, haga nada para evitarlo. (Iván Darío Botero Rodríguez agosto 12 de 2003).
Que se puede creer, podrían estar pensando, o están pensando, Ofendidos con la comisión de un delito, sindicados y la comunidad en general, con este Dantesco cuadro que se avista de quienes tienen a su cargo establecer la punibilidad o no de las conductas de los individuos, bien sea por denuncia impetrada o de oficio?
Hacer un tratado sobre la morosidad en la administración de justicia no me corresponde; y así quisiera hacerlo me es imposible por circunstancias de tiempo y de logística; pero no obstante ello, estar viviendo del ejercicio de la profesión por un poco más de veinte (20) años, me dan legitimidad para plantearle así sea de manera por demás que sucinta lo que le he enunciado.
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